Si está visitando este sitio, probablemente haya oído hablar de algunos jesuitas como San Ignacio de Loyola o el Papa Francisco ¿Pero cuántos de los siguientes fascinantes jesuitas podrías nombrar?
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1. Un jesuita en Hollywood
Daniel Lord SJ. fue una estrella de los medios de comunicación masivos mucho antes de Twitter y YouTube. Escribió más de 90 libros, 300 folletos católicos e innumerables artículos, obras de teatro y canciones. Pero quizás su contribución más duradera fue a la industria del cine. Después de servir como consultor de Cecil B. DeMille para su película muda, King of Kings, redactó el primer Código de producción para películas de Hollywood en 1929. Lord’s instaló el primer conjunto de pautas morales para la producción de películas, las que se transformaron en un “libro de reglas” por más de 25 años en la industria.
2. Una mujer en los jesuitas
Mateo Montoya Sánchez SJ. fue el nombre que documentó para entrar a la Compañía de Jesús Juana de Austria, hija de Carlos V, y la mujer que gobernó España en el siglo XVI. Años antes, por orden del Papa, Ignacio había permitido que tres mujeres se convirtieran en jesuitas, Isabel Roser y dos de sus sirvientas. Pero esta idea no prosperó, y terminaron fuera de la congregación. Juana de Austria, por otro lado, vivió en secreto el resto de su corta vida (murió a los 38 años) como una jesuita de buena fe.
3. Un famoso pintor jesuita
El hermano Giuseppe Castiglione SJ. fue un misionero italiano que sirvió como artista de la corte para tres emperadores chinos del siglo XVIII. Uno de los primeros en pintar de una manera que combina estilos europeos y chinos, creando una escuela de pintura completamente nueva. El Museo Met lo llamó “un maestro del dibujo vívidamente naturalista”. Su obra Cien Caballos es reconocida en todo el mundo:
4. El director espiritual de alcohólicos anónimos
Edward Dowling SJ. no era alcohólico, sin embargo, admiraba los ahora famosos Doce Pasos y enseñaba sobre sus paralelos en la espiritualidad ignaciana. Debido a su estrecha amistad con Bill Wilson, el fundador de AA, Dowling fue una especie de capellán de la organización en sus primeros días. Al día de su muerte, Wilson escribió: “Fue el alma más grande y gentil que caminó por este planeta“. Dowling fue más modesto y dijo que su éxito había llegado porque “simplemente estaba cerca”.
5. Un misionero convertido en compositor barroco
Domenico Zipoli SJ. ingresó al noviciado en 1716 y fue enviado inmediatamente a las misiones jesuitas en Paraguay. Aunque completó sus estudios sacerdotales, no había ningún obispo que lo ordenara y, lamentablemente, murió antes de convertirse en sacerdote. Como brillante compositor barroco, escribió óperas, misas y oratorios, que fueron enseñados e interpretados por los guaraníes. Su historia es una de las inspiraciones de la película La Misión, ganadora del Premio Oscar de la Academia.
6. El último jesuita renacentista
Athanasius Kircher SJ. fue conocido como el maestro de las cien artes. Fue un erudito alemán en Roma que exploró una asombrosa variedad de campos académicos. Por un lado, disfrutó de un tremendo éxito: podría decirse que fue el fundador de la egiptología y fue uno de los primeros en observar microbios bajo un microscopio , además de ser pionero en declarar que la peste fue causada por un microorganismo infeccioso. Inventó el reloj magnético y el megáfono. Por otro lado, promovió ideas que eran francamente extravagantes, como la existencia de sirenas y de la tierra perdida de la Atlántida. Diseñó su invención de un Katzenklavier, una especie de piano que hacía sonidos tirando de las colas de los gatos (sí, de verdad).
Fuente: Ignatian Spirituality