El domingo 4 de agosto, con una Eucaristía presidida por monseñor Fernando Chomalí, Arzobispo de Santiago, y concelebrada por el P. Gabriel Roblero SJ, Provincial de la Compañía de Jesús, compañeros jesuitas, colaboradores, familiares y miembros de la Comunidad Ignaciana, con gran alegría celebraron a San Ignacio de Loyola, con el deseo de seguir su ejemplo y continuar viviendo al modo de Jesús.
Así también representantes de las distintas obras de nuestra provincia chilena se congregaron en el Templo San Ignacio en Santiago para celebrar a nuestro Santo Patrono.
En su homilía el arzobispo de Santiago monseñor Fernando Chomali invitó a los asistentes a no dejarse llevar por frivolidades, uno de los dramas de este tiempo, sino que poner a Dios en el centro, como lo hizo el mismo San Ignacio: “Nosotros tenemos la hondura espiritual que nos viene del Evangelio, de la oración, y Dios quiera que siempre perseveremos en la oración porque es el camino privilegiado para poder entrar en profundidad en el corazón de Dios. Y hoy, tal vez lo que más necesitamos, es hondura espiritual para poder comprender los problemas en toda su amplitud y poder dar soluciones según la experiencia del discernimiento en la cual San Ignacio fue y sigue siendo un maestro”.
“Los católicos, la Compañía de Jesús, tenemos una gran responsabilidad: centrarnos en Jesucristo, anunciarlo a tiempo y a destiempo con la certeza de que ahí están las respuestas más profundas a las preguntas que anidan en el corazón del ser humano, y también en el ámbito de lo público que hoy pareciera ser que está tan disperso y tan confuso”, concluyó.
Las distintas comunidades ignacianas a lo largo del país también se unieron a la celebración de la Fiesta de San Ignacio de Loyola: Arica, Antofagasta, Calera de Tango, Padre Hurtado, Valparaíso, Concepción, Tirúa, Osorno y Puerto Montt.
Esta fue una oportunidad para reencontranos fortaleciendo el sentido de cuerpo apostólico para la misión.