Desde Bogotá, Pablo Fernández nos cuenta sobre los conceptos y el proceso de diseño para el logo de la nueva Congregación General Jesuita.
Cuando queda menos de un mes para la CG36 en Roma, conversamos con el estudiante jesuita Pablo Fernández, quien integró el equipo que propuso el inspirador logotipo que lleva esta Congregación General
“Desde que llegué a Colombia, el año 2014, estoy colaborando para el Servicio Jesuita a Refugiados Latinoamérica y el Caribe, y en este trabajo tenemos una experiencia con varios jesuitas. Dentro de ellos hay un jesuita español, que se llama Elías López, que es canario y también trabaja en el tema de Refugio, a nivel internacional. Con él somos muy amigos, y él había hecho el logotipo para la Congregación General 35, que fue la del 2008. Conversando me dijo: “Tú eres diseñador, así que échame una mano con el logo de la Congregación General 36”. En verdad nadie nos lo había encargado, pero nosotros quisimos proponerlo”, cuenta Pablo.
“Muchas veces está la percepción de que nosotros como jesuitas dejamos todo el tema diseño para último momento y que no hay tanta preocupación. Lo que hicimos con Elías fue empezar a pensar el logotipo. Este comienza con la frase que dice el Papa a los jesuitas -con motivo de los 200 años de la restauración de la Compañía de Jesús-, “Remad mar adentro”, que es una cita del Evangelio de Lucas. Y ese fue el concepto: animarnos como Compañía a ir mar adentro, a ir a la frontera, a salir de cierto estado de monotonía, a arriesgarse y proponer. Nadie nos estaba pidiendo, pero nosotros estábamos proponiendo a la Compañía y a Roma una propuesta de logo”, explica el diseñador y estudiante jesuita.
Pablo considera que el concepto del mar no solo tiene un sentido evangélico: “El remar mar adentro nos hace mirar que la situación de los refugiados tiene algo muy profético. Son miles de personas que se lanzan al mar en busca de una mejor oportunidad, de salvar sus vidas. Como Iglesia, como Servicio Jesuita a Refugiados y Compañía de Jesús, hay una situación que debemos mirar, debemos atrevernos; como ellos se atreven a lanzarse al mar, nosotros también tenemos que atrevernos”, invita Pablo, que junto con Elías piensan que en el tema del mar está ese mensaje entre líneas, asociado a la situación de los refugiados
Dentro de las elecciones que hicieron en el diseño, cuenta Pablo, quisieron rescatar una tipografía de un diseñador gráfico chileno, Francisco Gálvez, llamada Australis. “Tal como fueron a buscar al Papa al último rincón del mundo, la tipografía también quiere posicionar a América dentro de Roma. Utilizar una tipografía latinoamericana, que parece que fuera Europea, pero no lo es, es algo conceptual que quería incorporar, y que a Elías le pareció bien”, cuenta Pablo, quien vio también en los remates de la Australis una especie de ola, particularmente en la letra H. “Utilicé ese recurso, me pareció interesante, y lo repetí. Por otro lado está en esta H una ola que se convierte en llama. Tiene dos lecturas: el fuego que enciende otro fuego, frase que se le adjudica a Alberto Hurtado, y también el tema del Espíritu Santo, que también está presente en el logo de la curia romana”.

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