Demos gracias a Dios por la “hermana agua”, elemento sencillo y precioso, y esforcémonos para que sea accesible a todos. #DíaMundialdelAgua
— Papa Francisco (@Pontifex_es) March 22, 2019
El acceso a este bien es un derecho
El Santo Padre, recordando el eje central de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y el lema de esta jornada evidencia que, se percibe en nuestros días cómo la aridez del planeta se extiende a nuevas regiones, y cada vez son más los que sufren a causa de la falta de fuentes de agua apta para el consumo. Por este motivo, afirma el Papa, “no dejar a nadie atrás” significa comprometernos para acabar con esta injusticia. El acceso a este bien es un derecho humano fundamental, que debe respetarse pues está en juego la vida de las personas y su misma dignidad.
Una injusticia que necesita ser sanada
Asimismo, el Papa Francisco afirma que, el trabajo conjunto es esencial para poder erradicar este mal que flagela a tantos hermanos nuestros. Será posible si se unen esfuerzos en la búsqueda del bien común, donde el otro con rostro concreto, tome protagonismo y se coloque en el centro del debate y de las iniciativas. Es entonces cuando las medidas que se adopten tendrán sabor de encuentro y el valor de respuesta a una injusticia que necesita ser sanada.
“Pido al Señor que los trabajos e iniciativas que se lleven a cabo en este Día Mundial del Agua redunden en beneficio de los que sufren por la escasez de este bien”
Educar a las nuevas generaciones
“No dejar a nadie atrás”, precisa el Santo Padre, quiere decir también tomar conciencia de la necesidad de responder con hechos concretos; no sólo con el mantenimiento o perfeccionamiento de estructuras hídricas, sino también invirtiendo en futuro, educando a las nuevas generaciones para el uso y cuidado del agua. Esta tarea de concienciación es una prioridad en un mundo en el que todo es descartable y despreciado, y que no estima en muchos casos la importancia de los recursos que tenemos a nuestro alcance.
Las nuevas generaciones están llamadas — junto con todos los habitantes del planeta, puntualiza el Papa — a valorar y a defender este bien. Es una tarea que comienza con la sensibilización ante aquellas personas que sufren las consecuencias inevitables del cambio climático y de todos aquellos que son víctimas de una u otra forma de la explotación y contaminación del agua por diversos factores. Este desafío de educación generará una nueva visión de este bien, produciendo generaciones que valoricen y amen los recursos que nos da nuestra madre la Tierra.
“Como decía san Francisco de Asís, «el agua, que es muy útil y humilde y preciosa y casta» sirva para sustento y beneficio nuestro y de las generaciones venideras”
El agua no es una mera mercancía
El Papa Francisco recordando que, todos somos artífices del futuro y la Comunidad Internacional con sus decisiones y trabajos está ya invirtiendo en el mañana de nuestro planeta. Es necesario elaborar planes de financiación como también proyectos hídricos de largo alcance. Esta firmeza conducirá a superar la visión de convertir el agua en una mera mercancía, exclusivamente regulada por las leyes del mercado. Por ello, el Papa exhorta al Director General de la FAO, a tener presente a los desfavorecidos de la tierra que nos interpelan para poner remedio a la falta de agua en sus países; nos retan también, desde su miseria y límites, a que demos el valor que merece a este bien indispensable para el desarrollo de todos los pueblos.
Fuente: Vatican News