Cuando se dio a conocer la visita de Francisco a Chile, desde la Red Juvenil Ignaciana, en conjunto con los jóvenes, surgió la propuesta de una invitación a personas de todo Chile, entre 17 y 24 años, en que se ofreciera un espacio para discutir los temas que el Papa ha puesto en la agenda internacional.
A partir de esa idea inicial, se fueron sumando delegaciones de jóvenes de todo Chile: Arica, Antofagasta, Santiago, Valparaíso, Talca, Concepción, Tirúa, Valdivia, Osorno, Puerto Montt y Punta Arenas.
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Durante seis días, del 13 al 18 de enero, el Colegio San Ignacio El Bosque albergó a 1.354 jóvenes, que se animaron a descubrir, en una experiencia de discernimiento personal y comunitario, la invitación de Jesús a pensar en las necesidades del mundo actual.
“Son jóvenes que están sedientos de que se les desafíe y que hagan emerger de ellos mismos el Chile y la Iglesia que sueñan”, contó Nemo Castelli SJ, uno de los organizadores del encuentro.
La invitación fue a soñar la Iglesia del siglo XXI. A través de distintas actividades, se les motivó a juntar su experiencia de fe religiosa con distintos ámbitos de la vida. Se trataron temas de contingencia como el reconocimiento de los pueblos originarios, la acogida y el cuidado de familias en divorcio, los migrantes, una mirada crítica al modelo de desarrollo, el respeto frente a personas que reconocen su orientación homosexual y la inclusión de las mujeres en la Iglesia.
Durante la Experiencia Magis, sus participantes asistieron a la misa que presidió Francisco en el Parque O’Higgins y el encuentro con los jóvenes en el Templo Votivo de Maipú. También se les preguntó cuál era la Iglesia que soñaban. Sus respuestas se recogen en el siguiente escrito que fue enviado al Papa Francisco.
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