A las 10:30 de la mañana del miércoles 16 de enero estaba programada la Santa Misa de Francisco en el Parque O’Higgins. A bordo del papamóvil, el Pontífice dio vueltas por todo el recinto, mientras sonaba la canción “El Peregrino de Emaús” y los fieles lo saludaban agitando sus pañuelos de color blanco.
Durante su Homilía en la “Misa por la Paz y la Justicia”, el mensaje del Santo Padre hizo referencia a las bienaventuranzas y sus palabras estuvieron centradas en un llamado a la reconciliación y la paz: “Frente a la resignación que como un murmullo grosero socava nuestros lazos vitales y nos divide, Jesús nos dice: bienaventurados los que se comprometen por la reconciliación. Felices aquellos que son capaces de ensuciarse las manos y trabajar para que otros vivan en paz”.
Y el Papa Francisco continuó su discurso: “¡Sembrar la paz a golpe de proximidad, de vecindad! A golpe de salir de casa y mirar rostros, de ir al encuentro de aquel que lo está pasando mal, que no ha sido tratado como persona, como un digno hijo de esta tierra. Esta es la única manera que tenemos de tejer un futuro de paz”.
Antes de terminar la Homilía, el Pontífice recordó a San Alberto Hurtado: “El trabajador de la paz sabe que no alcanza con decir: no le hago mal a nadie, ya que como decía san Alberto Hurtado: «Está muy bien no hacer el mal, pero está muy mal no hacer el bien» (Meditación radial, abril 1944)”.
Al finalizar la Eucaristía, el Papa Francisco se dirigió al Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín.
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Fotografías: Guillermo Alessandri.
Cuarta jornada de obras sociales
En la casa de retiro de Padre Hurtado se realizó esta instancia para directivos y capellanes que lideran las distintas obras sociales vinculadas a la Compañía de Jesús en Chile.