Así queda definitivamente incorporado al cuerpo apostólico de la Compañía de Jesús y dispuesto a aceptar cualquier misión que se le encomiende.
El viernes 3 de diciembre, Héctor Guara SJ, capellán de Techo, pronunció sus últimos votos, en una eucaristía presidida por el provincial Gabriel Roblero SJ.
En el inicio de una nueva etapa dentro de la compañía de Jesús, Héctor estuvo acompañado por algunos de sus familiares en la Parroquia Jesús Obrero y parte de sus compañeros jesuitas, cumpliendo con todas las medidas sanitarias correspondientes.
En la homilía, Gabriel Roblero destacó que en este día nos reunimos con gozo y alegría, así como el Señor se reúne en medio nuestro. Sin embargo, indicó respecto de la situación actual que vivimos como país y como Iglesia que peregrina en Chile, que “a veces cuando todo parece difícil, estas palabras de Jesús se nos tienen que grabar en el corazón: yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin. El Señor que nos llamó, que en el caso de Héctor lo llamó hace 17 años, lo sigue enviando y le sigue diciendo que confíe en su promesa”.
“Como Compañía de Jesús y como Iglesia todos nos renovamos con los Últimos Votos de Héctor, y recibimos fuerza para esta misión que el Señor nos sigue pidiendo al servicio del mundo”, señaló el provincial, y explicó que en la vida no es solo la llamada del Dios, sino que tenemos que identificarnos con quien nos llamó.
“Y eso pedimos hoy por Héctor, para que su vida y misión siga siendo fecunda, que siga siendo pleno y feliz, como él se muestra, con esa risa que tiene que nos contagia, su buen humor, su bondad, y la firmeza en el compromiso. Los Últimos Votos no son haber llegado a una meta o cumplir un final de camino, sino que es un compromiso de querer seguir siendo fieles al Señor, que nos sigue llamando. Y ponemos todo lo que somos en sus manos porque queremos seguir cooperando con Él”, añadió Gabriel Roblero.
Al finalizar, Héctor Guarda en su acción de gracias, se refirió a estos 17 años desde su ingreso a la Compañía de Jesús como un camino de gratitud enorme. Agradeció a su familia por su generosidad al acompañarlo gratuitamente en este trayecto, a sus compañeros jesuitas por su testimonio y vocación compartida, y a todos a quienes ha conocido en los distintos servicios y obras a los que ha pertenecido.