El Triduo Pascual concentra los momentos más importantes del año litúrgico en el cristianismo.
En Jueves Santo recordamos la última cena, cuando luego de compartir con sus discípulos, Jesús se fue a orar al Huerto de los Olivos, pasó toda la noche y luego lo tomaron detenido para llevarlo a los interrogatorios de Caifás y Pilatos.
Este día por la mañana en las catedrales de cada diócesis, los obispos celebran la Misa Crismal con todos los sacerdotes, en la que renuevan sus promesas sacerdotales, y se consagran los óleos, que son los aceites que se usan, durante el año, en el bautismo, la confirmación, la ordenación sacerdotal y la unción de los enfermos.
El Jueves Santo conmemoramos la instauración de la Eucaristía que centraliza el memorial de la entrega amorosa de Jesús a sus amigos y la invitación a servir a la comunidad. Los católicos conocemos este día como “La última cena de Jesús con sus apóstoles”, un momento lleno de muchos signos y momentos especiales. Puedes encontrar más sobre el sentido de este día en Jn 13, 1-38.
Con esta Misa Crismal se recuerdan la institución de la Eucaristía y el Orden sacerdotal, y el mandamiento del Señor sobre la caridad.
Por la tarde se realiza el lavado de los pies, un gesto de humildad y sencillez que realizó Jesús con sus discípulos antes de la última cena, y que recuerda el mandamiento sobre la caridad.
Este año, el Papa Francisco hará la Misa Crismal en la Basílica de San Pedro a las 09:30 horas (hora de Roma). A las 18:00 horas será la Misa de la Cena del Señor, para honrar la última cena de Jesús con sus apóstoles.