Este año, el encuentro tuvo como objetivo fundamental dar inicio al proceso de discernimiento de un nuevo Superior Provincial, tomando en consideración el estado actual de la Iglesia, de la Compañía de Jesús y del país.
El lunes 18 de febrero, el P. Cristián del Campo SJ (Provincial), ofreció una presentación sobre los temas de prevención y abusos. En una primera parte, se expusieron algunos de los aprendizajes más importantes que se han podido realizar en estos años, producto de la realidad dolorosa de los abusos que las víctimas han dado a conocer. Entre esos aprendizajes, cabe mencionar el cambio cultural que se ha vivido respecto de los abusos y, vinculado a esto, el reconocimiento a nivel de la sociedad de las heridas profundas de las víctimas, y de daños, muchas veces irreparables (especialmente cuando se trata de menores de edad), que toman años en revelarse y poder así ser expresados por quienes los padecen. Hoy, las sociedades son más conscientes de esta situación y exigen a la Iglesia y a otras instituciones dar cuenta de lo ocurrido. Como congregación religiosa, por lo mismo, hemos aprendido que esta dramática situación es más extensa de lo que vemos y creemos y está presente en todas las realidades, provincias, diócesis y países.
El valor prioritario en la manera de tratar esta realidad es la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación, poniendo en primer lugar a las víctimas y a los denunciantes, aun cuando los posibles abusadores estén enfermos, sin uso de conciencia, o fallecidos. Todas las acciones que hagamos como jesuitas: formación en el terreno de la prevención, renovación constante de nuestros protocolos, investigaciones canónicas, colaboración con las instancias de la justicia civil, comunicación, entre otras, deben inspirarse en esta búsqueda fundamental. Sin embargo, dada la profundidad de la realidad del abuso, hemos tomado conciencia que los pasos que se han dado están lejos de ser suficiente y que debemos seguir avanzando como lo han hecho otras instituciones y sociedades.
En la línea de nuevos pasos y de estándares más altos, el Provincial presentó a continuación los resultados de la primera etapa del trabajo realizado por la Comisión de Prevención y Abuso, comprendida entre abril y diciembre de 2018. Esta Comisión, la componen Elizabeth Lira, Joanna Heskia, Ana María Arón, Paulina Pérez, Patricio Walker, y los sacerdotes diocesanos Carlos Schickendantz y Jorge Murillo.
El resumen ejecutivo de este informe fue trabajado luego por grupos y se recibieron las reacciones posteriormente en un plenario.
Las Comisión define tres criterios básicos que deberían regir el modo de organizar y gestionar los temas de prevención y denuncias sobre abuso:
- Una instancia profesional;
- Una instancia externa a la Compañía de Jesús;
- Formas institucionales efectivas de controles y contrapesos (checks and balances).
Junto con estos criterios, la Comisión recomienda cuatro puntos para la organización de la recepción de denuncias y la gestión de las investigaciones:
- Creación de un Comité externo en relación con denuncias que se reciban
- Formalización de un canal de denuncia y criterios para la investigación
- Creación de un Comité de prevención, auditoría y cumplimiento (compliance)
- Definición de criterios en orden a la presentación de denuncias en los tribunales de justicia.
Asimismo, en este trabajo, la comisión presenta una serie de consideraciones sobre los abusos, las condiciones de riesgo que podrían operar al interior de la Compañía de Jesús y su prevención; la reparación de las víctimas y el modo de proceder con los jesuitas acusados en cuanto a la información a entregar y las posibles vías de rehabilitación.
El Encuentro prosiguió con otros temas, en particular enfocados a iniciar un discernimiento sobre el nuevo provincial. Para eso, se tuvo la colaboración de distintas personas, que expusieron diversas temáticas: los desafíos para la Compañía de Jesús a nivel mundial y particularmente en América Latina; una visión sobre los desafíos que enfrenta la sociedad chilena, y luego la conversación en grupos con distintos invitados y colaboradores laicos en torno a los desafíos que se presentan en ciertas áreas prioritarias del trabajo apostólico de la Compañía de Jesús en Chile educación, trabajo social, jóvenes, Iglesia, colaboración laical.
El Encuentro finalizó el miércoles 20 con la cuenta anual del Provincial. El tono fundamental de esta cuenta estuvo marcado por una parte central del texto de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. Cuando se inicia la primera semana de estos Ejercicios, San Ignacio invita al ejercitante a pedir a Dios “vergüenza y confusión de mí mismo, viendo cuántos han sido dañados por un solo pecado mortal y cuántas veces yo merecía ser condenado para siempre por mis tantos pecados” (Ejercicios Espirituales 48). Con esta petición de fondo, el Provincial llamó a los jesuitas a adentrarse en la consideración del propio pecado, personal e institucional; a “sentir vergüenza por haber dañado a otros; a experimentar confusión al momento de tomar conciencia que, como Iglesia y Compañía de Jesús, no hemos actuado poniendo a las víctimas en primer lugar (…) pues, será una gracia y un regalo, poder hacernos conscientes de esto, ser hombres capaces de reconocer sus faltas y de avergonzarse por ellas”. En esa misma línea, el Provincial señaló en su cuenta que “una comunidad que conoce su verdad, no solo la verdad luminosa, sino también la verdad opaca y sombría, es una comunidad libre, que vive menos preocupada de la imagen, que puede tocar su propia miseria y experimentar que Dios salva”.
Ese mismo día en la noche, comenzó el retiro anual de 8 días, guiados esta vez por la teóloga laica brasilera María Clara Bingemer.