Este 28 de junio celebramos la solemnidad del Corazón de Jesús, símbolo del amor que el Salvador tiene por nosotros las personas.
“Venid a mí, todos los que estáis cansados y oprimidos, y yo os daré descanso. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es dulce y mi carga ligera. (Mt 11,28-30)
Coronado de espinas, coronado por la cruz y herido por una lanza, en memoria eterna del gesto más grande que Jesús hizo por nosotros: sacrificar la propia vida por la salvación de la humanidad. Finalmente, rodeados de llamas que simbolizan el ardor misericordioso que Cristo siente por los pecadores. Así, la iconografía representa el Sagrado Corazón de Jesús, cuya fiesta se celebra hoy, en la Octava del Corpus Christi.
“Jesús nos mira, nos ama y nos respeta. Es todo corazón y toda misericordia. Vamos con confianza a Jesús, Él siempre nos perdona”, escribió el Papa Francisco en un Tweet para celebrar la fiesta
Jesús nos mira, nos ama y nos espera. Es todo corazón y todo misericordia. Vayamos a Jesús con confianza, Él nos perdona siempre. #SagradoCorazóndeJesús
— Papa Francisco (@Pontifex_es) June 28, 2019
Los orígenes de la fiesta
Las huellas de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús ya se encuentran en la Edad Media, en el pensamiento de algunos místicos alemanes como Matilde de Magdeburgo, Matilde de Hackeborn y Gertruda de Helfta y el beato dominico Henry Suso. Sin embargo, este culto sólo floreció en el siglo XV por Santa Margarita Alacoque y San Juan Eudes, el primero al que el obispo de Rennes concedió celebrar una fiesta en honor del Corazón de Jesús en su comunidad en 1672.
En 1765 Clemente XIII concedió a Polonia y a la Archicofradía Romana del Sagrado Corazón la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús y fue en este siglo cuando se desarrolló un acalorado debate. La Congregación de Ritos, de hecho, afirma que el objeto de este culto es el corazón de la carne de Jesús, símbolo de su amor, pero los jansenistas interpretan esto como un acto de idolatría. Sólo en 1856, con Pío IX, la solemnidad se extendió a la Iglesia universal y se insertó en el calendario litúrgico. Era una fiesta móvil fijada el viernes, el octavo día después del Corpus Christi, seguido por el sábado dedicado al Inmaculado Corazón de María.
Amor gratuito
El P. Javier Rojas SJ. escribió una bella reflexión sobre esta fiesta. Transcribimos algunos fragmentos: En el corazón del ser humano hay bondad, hay deseo de Dios, capacidad de amar, y esa pizca de “locura” que hace al ser humano una persona capaz de hacer grandes cosas por los demás. Sin embargo, ¿qué nos pasa? ¿Por qué cuesta tanto a algunos cristianos salir del propio “querer y sentir” y mirar al que está sufriendo cerca suyo? ¿Cómo es posible que muchos cristianos sigan creyendo que seguir a Jesús es cumplir unas cuantas normas? ¿Dónde quedó el deseo profundo de imitar la manera de vivir de Jesús?
Cuando contemplamos el evangelio, vemos a Jesús que se acerca al que sufre. Su amor es compasivo. Está dispuesto a acortar la brecha que existe entre las personas que sufren y la vida que Dios quiere para ellos.
Para Jesús el amor es compromiso con la dignidad humana y no sólo palabras. Su amor también es gratuito. Está dispuesto a brindar su ayuda, dedica tiempo para estar con los que sufren, presta oídos para escuchar a los demás, y no teme quebrantar la ley cuando está en juego la dignidad humana.
Ángel Tejerina SJ. reflexiona sobre la imagen del corazón y Jesús en nuestra Iglesia:
¡Corazón de Jesús y espiritualidad ignaciana. Lo que verdaderamente une al corazón con la espiritualidad ignaciana es la conexión intrínseca que se da entre corazón y Ejercicios Espirituales, fuente y nervio de dicha espiritualidad. Y el vínculo de unión entre ambos se halla en la Sagrada Escritura, materia sobre la que casi exclusivamente se ejercita todo orante ignaciano. Ahora bien, el parentesco entre Sagrada Escritura y corazón tal, que el corazón se convierte, según Sto. Tomás de Aquino, en clave privilegiada por no decir “la privilegiada”, para entender la Escritura.
Reparemos en un texto muy poco citado y poco conocido, pero muy iluminador del mismo santo: “por medio del corazón de Cristo se entiende la Sagrada Escritura, que manifiesta al corazón de Cristo”. Por consiguiente, si el corazón es medio privilegiado para entender la Escritura, lo es también para entender y practicar los Ejercicios, puesto que la Sagrada Escritura manifiesta al Corazón y éste a su vez es clave de inteligencia de la misma Escritura, materia principal, casi única, de oración durante los 30 días del mes de ejercicios ignaciano.
En efecto, por poco que se adentre el lector en la bibliografía sobre el corazón, se dará cuenta de que el culto o devoción al corazón consiste ni más ni menos en el amor de Jesucristo a los hombres simbolizado en su corazón –“corazón, que no significa sencillamente y sin más, amor”, sino amor en cuanto “lo más íntimo de la realidad personal”, y de hecho “lo más íntimo de la experiencia del corazón del Señor”, un amor no debidamente correspondido por hombres y mujeres, por otro lado”.
Aprovechando la Solemnidad del Corazón de Jesús, se celebra en el Vaticano el aniversario 175 de la Red Mundial de Oración del Papa (Apostolado de la Oración), que incluye también al Movimiento Eucarístico Juvenil (MEJ). Para celebrar este acontecimiento, se invitó a los miembros de cada Equipo Nacional a celebrar, ya sea en su país o participando de las actividades preparadas en Roma, que se desarrollarán durante los días 28 y 29 de junio. Entre estas, destaca la realización de un encuentro con el Papa Francisco, durante la mañana de hoy viernes y, durante la tarde, la celebración de la eucaristía de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo Apóstoles, en la Basílica de San Juan de Letrán, con el Padre General de la Compañía de Jesús, P. Arturo Sosa SJ y el Director Internacional de la Red, P. Frederic Fornos SJ.
Este viernes se realizará un encuentro de directores y coordinadores nacionales, en dependencias de la Curia General de la Compañía de Jesús y un encuentro con los representantes del MEJ, en la Capilla de la Universidad Sapienza. La delegación de nuestro país, para esta celebración en Roma, está conformada por el P. Jorge Ramírez SJ, Maritza Pérez y Jesús Godoy, miembros del Equipo Nacional RMOP/MEJ, y por el Sr. Leonardo Caro, de la RMOP.
Fuente: Vatican News y Centro de Espiritualidad Ignaciana