ÁREA EDUCACIÓN ESCOLAR

El Área de Educación Escolar es la articulación viva de las 11 obras escolares de la Compañía de Jesús en Chile. Estas 11 obras tienen distintas características.

Por un lado, están los 10 colegios y escuelas jesuitas. Hay 4 gratuitos: San Alberto y José Antonio Lecaros en Estación Central, la Escuela San Ignacio de Calera de Tango, y la Escuela San Ignacio de Loyola de Valparaíso. También hay 6 colegios que cobran algún pago a las familias: San Luis en Antofagasta, San Ignacio Alonso Ovalle y San Ignacio El Bosque en la Región Metropolitana, San Ignacio de Concepción, San Mateo en Osorno y San Francisco Javier en Puerto Montt .

Por otro lado, está la REI, que es una obra particular, que busca ampliar y enriquecer la tradición educativa jesuita, vinculando a los 10 colegios y escuelas de la Compañía de Jesús con otros establecimientos compañeros en la misión. Hoy, estos colegios y escuelas compañeros en la misión son: San Luis Beltrán, Enrique Alvear, Instituto Padre Hurtado, Nuestra Señora del Camino, Padre Hurtado y Juanita de los Andes, y La Misión.

¿Qué soñamos?

Como Área soñamos que todos y todas los/as estudiantes en los colegios y escuelas vinculados a la Compañía de Jesús crecen integralmente hacia la plenitud que Dios desea para ellos y ellas, llegando a ser agentes solidarios/as de cambio y servicio en el nuevo Chile y la nueva Iglesia que se están gestando. Para acompañarles, soñamos con educadores y educadoras con profundidad humana, altas expectativas del aprendizaje de sus estudiantes, competencia técnica y profesional, y que se sienten involucrados/ as en la construcción del Reino de Dios en su respectivo contexto. Soñamos que esto ocurre en colegios y escuelas que encarnan una educación ignaciana, inclusiva y de calidad en este tiempo de transformación sociocultural, conjugando excelencia académica con una profunda formación espiritual y socio-afectiva, en ambientes sanos para el desarrollo de las personas y en vínculo con la Iglesia y otras comunidades locales. Para lograrlo, soñamos con una red de colegios y escuelas jesuitas y compañeros/as en la misión que colaboran sobre la base de la identidad ignaciana compartida. Imaginamos que esta articulación solidaria de comunidades escolares en diversos contextos geográficos y socioeconómicos es una buena noticia en medio de un país y un continente tan segregados, que se vincula con otras redes —públicas y privadas— para aprender con ellas e incidir juntas por el bien común.

OBRAS EN CHILE

TRABAJAMOS EN RED

ENCARGADO DEL ÁREA DE EDUCACIÓN ESCOLAR

Juan Cristóbal García Huidobro