Estudiantes y profesores de Villa Alegre rescatan la historia del jesuita Abate Molina con un novedoso cortometraje

Con la ayuda de los registros que atesora el Archivo Jesuita en Chile, profesores y profesoras de la región del Maule lograron captar la esencia de las enseñanzas del Abate Molina y las pusieron de manifiesto en un guion que los niños, niñas y jóvenes actores materializaron en acción, lo que terminó con una película que competirá en concursos.

Precursor del conocimiento científico en Chile, el abate Juan Ignacio Molina fue un intelectual que vivió el exilio jesuita del siglo XVIII. Sus obras, traducidas a múltiples lenguas, hacen referencia a la historia civil y natural de Chile. Sin embargo, su importancia para el país había quedado en el olvido, hasta ahora, que un grupo de jóvenes actores quieren volver a poner su nombre entre los destacados de la ciudad de Villa Alegre y de Chile.

La profesora Rosario Villareal encabeza la iniciativa y nos cuenta que este no es el primer cortometraje en el que participan como comunidad. Antes ya supieron de distinciones con el premio al “Mejor Cortometraje Nacional Jóvenes Cineastas”, en categoría ficción, con la obra “Javiera la jaiba” (homenaje a Javiera Carrera), en un taller de cine realizado por Ojo de Pescado.

Puede ser una imagen de 9 personas, personas de pie y texto que dice "TE INVITAMOS Al estreno de nuestrocortometraje: MOLINA 1 El-Abate 20 de Noviembre 2022 Teatro Municipal de Villa Alegre 7:00 p.m. ENTRADA LIBRE JUNTA DE VECINOS N15EL SAUCE DAEM DA : BlackMagie ILUSIÓN4K"

Esta vez el proyecto es más ambicioso para la profesora encargada de la iniciativa e incluye un importante trabajo de recopilación de antecedentes con el Archivo Jesuita de la Provincia Chilena de la Compañía de Jesús: “Nunca se había visto a niños de una zona rural brillando en el cine, esto despertó el interés en la actuación y las artes. Comenzamos a hacer un taller audiovisual comunitario y de inmediato nos preguntamos: ¿Por qué no hablar del abate Molina? Hacía falta dar a conocer el arraigo y el valor de su obra, se desconocía en una primera instancia, pero intentamos demostrar su parte humana”, comenta la docente venezolana que llegó a Chile hace 3 años.

Nacido en la hacienda Huaraculén, en Villa Alegre, Linares, el 24 de junio de 1740, el Abate Molina desde temprana edad mostró un gran interés por el estudio de la naturaleza. A los quince años ingresó a la Orden Jesuita donde adquirió una sólida preparación científica, filosófica y humanística. 

“Ya conocíamos esta parte destacada del aporte científico, él catalogó la naturaleza chilena. Pero nosotros tratamos de mostrar ese lado humano de los jóvenes que partieron a tierras lejanas, a muy temprana edad, dejando a su familia y su país. ‘Nadie puede extrañar a Chile, si no lo ha perdido’; el pide en sus pensamientos agua de aquellas cordilleras, por eso siempre quiso volver a Chile. En el exilio siempre recordó al país”, comenta la encargada de un equipo que contempla el trabajo de alumnos de sexto básico de la Escuela Alfredo Noguera Prieto, y que cuentan con las actuaciones del estudiante Pedro Moraga en el rol del Abate Molina.

Puede ser una imagen de 7 personas, niños, personas de pie e interior

El Archivo jesuita se abrió para esta novedosa forma de contar la historia

El Hermano René Cortínez de la Compañía de Jesús en Chile fue uno de los aportantes del cortometraje y felicita el trabajo realizado, valorando que una profesora migrante sea la encargada de iniciar un proceso en el que se reconoce a un coterráneo de estos jóvenes: “Los restos del Abate están en la Parroquia del pueblo, es muy bonito que nos haya ayudado a ver algo que está en medio nuestro. Es muy valioso el proceso que llevaron. Informarse, conocer la obra y vida del Abate, motivando a niños, padres, profesores y directivos. Es alguien que vio los mismos paisajes, visitó los mismos lugares, experimentó el mismo clima que ellos, así que me parece notable y un incentivo a maravillarse a contemplar la naturaleza, además de descubrir las potencialidades de cada uno”.

“Es un buen ejemplo, un hombre que vivió para los demás. Es un modelo del modo de servir a la misión de Cristo que debe tener todo jesuita… Es una entrega a su misión silenciosa, sin publicidad, entrega todo lo que es capaz de dar, incluso con su muerte, sin buscar elogio ni reconocimiento. Su trabajo, su conocimiento, fueron en beneficio de otros. Incluso en sus últimos momentos tuvo la preocupación de beneficiar a su tierra natal, dejando los recursos para financiar un establecimiento educacional. También valoramos. Este cortometraje, más allá del contexto ha sido capaz de captar los momentos más relevantes de la vida del Abate Molina.”, cierra Cortinez.

El estreno del cortometraje será el 20 de noviembre en el Teatro Municipal de Villa Alegre:

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