La Compañía de Jesús

La Compañía de Jesús es una orden religiosa fundada por San Ignacio de Loyola y aprobada en 1540 por el Papa Pablo III. Los primeros compañeros jesuitas quisieron constituir un cuerpo disponible al servicio de la fe y la ayuda de las almas, jurando obediencia a la Iglesia Católica, personificada por el Papa, para acometer esta misión.

Los Ejercicios Espirituales son la fuente de la espiritualidad de los jesuitas. Este método de oración creado por San Ignacio de Loyola guía nuestra entrega al servicio de la misión de Cristo en el mundo.

En más de 470 años de historia, los jesuitas hemos destacado por el trabajo misionero, de diálogo intercultural; por la promoción de la justicia y por la creación de conocimiento y su difusión a través de la educación.

Crédito = ‘Congregación General 32 (1974-75).’ La misión de la Compañía de Jesús hoy es el servicio de la fe, del que la promoción de la justicia constituye una exigencia absoluta, en cuanto forma parte de la reconciliación de los hombres exigida por la reconciliación de ellos mismos con Dios.

Nuestra misión actual está delineada por las definiciones de la Congregación General 32, máxima instancia de gobierno de la Compañía: “El  servicio de la fe y la promoción de la justicia que esa misma fe exige, en diálogo con las distintas culturas y religiones”. El trabajo de la Compañía también está delineado por la Congregación General 35 (2008), en la que el Papa confió a los jesuitas  la tarea de ser puente de comprensión y de diálogo, enviándonos a los lugares físicos y espirituales a los que otros no llegan. Esto, con el fin de situarnos en las fronteras de la exclusión y del diálogo entre culturas.

Actualmente existen cerca de 17.000 jesuitas en 87 provincias y regiones, repartidas por los cinco continentes.

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