Misa en memoria del Papa Francisco

En el Templo San Ignacio se realizó esta emotiva eucaristía, presidida por el provincial P. Gabriel Roblero SJ, en memoria del Papa Francisco, con profunda gratitud por su pontificado y su legado: por su invitación a ser Iglesia en salida, misionera, que esté al servicio de los más pobres, también por su preocupación por la tierra “nuestra casa común”, y por poner en el centro a la misericordia.
 
La comunidad ignaciana se reunió el sábado 26 de abril en el Templo San Ignacio para orar por la memoria del Papa Francisco en una emotiva eucaristía.
 
En su homilía, el provincial, P. Gabriel Roblero SJ destacó que Francisco “encarnó el Evangelio con alegría y sencillez”. “Es muy importante para nosotros despedir a Jorge Mario, jesuita, compañero nuestro, junto a todos los que estamos acá, hombres y mujeres que seguimos a Jesús desde el carisma y la espiritualidad de San Ignacio”.  
 
“Francisco dejó atrás privilegios y se fue a vivir de manera más sencilla a la Casa Santa Marta. Tengamos presente esa humildad en su vivir, y desde el principio de su pontificado cuando pidió ‘recen por mi´. Francisco se conmovió con el sufrimiento y las lágrimas de los migrantes, de los presos, de los excluidos, de todos los que son descartados de la sociedad, y también nos conectó con el dolor de la tierra señalando que en ella Cristo está sufriendo, aseguró el Provincial.
 
“Bienaventurados los misericordiosos porque obtendrán misericordia, esto fue el lema de Francisco que latió en su corazón y fue el centro de su pontificado, recordando que Dios nunca se cansa de perdonar y que nosotros tampoco nunca debemos cansarnos de vivir desde la compasión”, enfatizó el P. Gabriel Roblero, y se preguntó cómo seguir el camino de Francisco. “La fe auténtica se muestra con obras concretas, la fe no se reduce a palabras o doctrinas, sino que se expresa en actos concretos de amor y de justicia especialmente con los que sufren; ser una Iglesia en salida, misionera, Francisco soñó con una Iglesia pobre que sale al encuentro de todos, nos reconectó con la raíz del Evangelio, y Francisco nos recordó que no existe Resurrección sin Cruz, ni gloria sin pasar por el sufrimiento. Cristo resucitado tiene las marcas de la pasión, así también, nosotros debemos abrazar nuestras cruces con esperanza y confianza en Dios”, explicó el Provincial.

Compartir:

Facebook
Twitter

Noticias Relacionadas

20 de mayo de 1521: San Ignacio cae herido

El 20 de mayo de 1521, Ignacio de Loyola fue herido por una bala de cañón en una fortaleza de Pamplona, en el reino de Navarra. Ese día se inició un proceso de transformación de su vida que nunca terminó.

León XIV es el nuevo Papa de nuestra Iglesia

El Cónclave ha elegido al 267º Obispo de Roma, el Cardenal Robert Francis Prevost. El Cardenal Protodiácono Dominique Mamberti fue el encargado de dar el anuncio a los miles de fieles en la plaza de San Pedro y del mundo.

En memoria del P. Esteban Gumucio sscc

En este día recordamos al P. Esteban Gumucio, sacerdote de los Sagrados Corazones, quien  falleció el 6 de mayo de 2001. Su causa de canonización está en curso.