Un regalo para la vida en pareja

La experiencia del Vivir de a do2 (Vd2) nace en 2008 de la necesidad de acompañar y recrear la vida en pareja, de generar un espacio para el nosotros. Si nos preguntan qué es el Vd2, nuestra respuesta es instantánea: un regalo.
Una instancia para mirarnos y redescubrirnos. Revisar nuestra relación en un espacio de intimidad y con un tiempo para nosotros. Es una experiencia de donación y de re-creación. Todo en un ambiente preparado con mucho cariño, profesionalismo, respeto y cuidado. Es un momento, una mañana, una tarde en la que me encuentro con el otro… en la etapa en que estemos: sintiéndonos muy amados, un tanto distanciados, con temas no resueltos o ni siquiera conversados, o solo por las ganas de estar juntos, o porque el otro “me lleva”. Es un espacio de pareja y para cada pareja.
En los talleres o jornadas se construyen multiespacios de intimidad, de cuidado y respeto por este y por cada uno de los espacios de la pareja. No importa si el trabajo se lleva a cabo en un patio estrecho, en una cancha grande, en un bosque, en una sala o en un templo.
La pareja escoge su lugar, lo constituye como tal y lo cuida. Es increíble cómo se generan espacios donde el silencio sobrecoge. En la dinámica del momento, pareciera que cada pareja está sola. Es algo mágico. Estamos tú y yo, nosotros; entregados a la propuesta de la invitación.
Es una experiencia tremendamente ignaciana, abierta a toda realidad de pareja, para no creyentes y creyentes, de cualquier religión. Solo requiere la disposición a conversar con el otro. Desde el primer taller, realizado en 2009 con más de 700 personas, aprendimos que las parejas necesitan conversar. Y con los siguientes, ratificamos eso. Siempre falta tiempo para la conversación. Eso es lo central de la invitación. Lo que hablan queda para ellos; no hay trabajos colectivos ni tampoco la necesidad de exponer a los asistentes lo conversado. Sí evaluamos y recogemos la experiencia. Básicamente, cómo llegamos y con qué nos vamos.
Para ayudar a crear ambiente, los esperamos con un café, té, bebidas, jugos, dulces y salados. Este servicio permanece abierto las cuatro horas de duración del taller. Luego, damos la bienvenida y motivamos el trabajo a realizar con profesionales seleccionados y preparados para cada tema. Esto expresa lo que queremos generar en ellos, para luego pasar a lo central, su trabajo, su espacio de conversación. Preparamos, primero, a cada uno individualmente, y, después, lo que conversará con el otro.

Muchos que lo han vivenciado dicen que este ambiente se logra de muy buena manera. Básicamente, porque los dispone a conversar, porque preparan su corazón para recibir al otro. Lo que no siempre ocurre cuando uno de ellos lo(a) invita a tomar un café, o a comer algo fuera de casa para hablar un tema en particular.
Tenemos diversos formatos: grandes, medianos y pequeños. Hemos realizado talleres con sobre 600 personas, otros entre 200 y 400 asistentes, y también para 20 o 30 parejas. Los temas son tan diversos como: “ser pareja en los nuevos tiempos”; “del conflicto al acuerdo, lo que nos une, nos distancia (referido a los hijos)”; hoy por ti… mañana también”; “juntos por siempre… una aventura posible”; “10 años… ¿por arte de magia?”, etc. Y hemos desarrollado talleres en colegios y en la casa de CVX. Actualmente, estamos preparando un Vd2 masivo en el Colegio San Ignacio El Bosque, que se llevará a cabo el 14 de octubre y se extenderá más allá de la frontera del colegio; será abierto a la comunidad externa y a todos quienes quieran participar.
Después del tercer taller del Vd2, discernimos que debíamos llegar a otros sectores, a aquellos de menores ingresos económicos o, incluso, en vulnerabilidad social; que fueran totalmente gratuitos y con la misma calidad, dedicación y preocupación. Así, nació la actividad 2×1: dos talleres en zonas de ingresos medianos o altos, donde parte de la cuota que se cobra por participar es para financiar un taller en sectores vulnerables. Eso lo explicitamos en los talleres y los participantes valoran el aspecto solidario y de justicia que la iniciativa conlleva, transformándola en una actividad inclusiva, profundamente ignaciana. Hoy, estamos preparando nuestro tercer encuentro 2×1 en la comuna de Estación Central.
Al terminar cada taller, lo evaluamos y preguntamos a las parejas por los temas que les interesaría tratar en futuros Vd2. Los más solicitados son: sexualidad, comunicación, vida cotidiana y revisión del proyecto.
A partir de esas necesidades, creamos el Duopoly: un juego con esos cuatro pilares de la vida en pareja. Es muy entretenido y se recorren, al azar, los temas en cuestión. Y además tenemos una actividad de Vd2 que es solo Duopoly… una breve motivación previa, y a jugar. Es una herramienta poderosa y de fácil implementación, que ayuda a la conversación de los distintos tópicos de la vida en común.
El equipo de Vd2 está conformado por un grupo de matrimonios que también participamos en el equipo de preparación de novios de CVX, con organización y vida propia, que trabajamos por fortalecer la vida en pareja. Nuestro quehacer está fundado en el amor de Dios por nosotros. Es una invitación abierta e inclusiva a toda la comunidad. Queremos mostrar una Iglesia acogedora, entregando herramientas que fortalezcan la relación y la convivencia. Nuestro sueño es ser reconocidos como una comunidad de CVX que aporta significativamente al robustecimiento de cada familia a través del acompañamiento a la pareja, como pilar de esta.
(*) El sitio web de Vivir de a do2 está en reconstrucción en estos momentos. Información sobre los talleres puede obtenerse en CVX.

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