Revista AURORA N° 2: Para no volver a la normalidad

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En esta ocasión, el artículo presentación está a cargo del P. Luis Rafael Velasco, S.J, Provincial de Argentina-Uruguay (ARU):
El ahora y el después
Mucho se habla en estos días del “después” de la pandemia y de los cambios y transformaciones que vendrán. Algunos hablan de un futuro venturoso, otros son más pesimistas. Como sea, el “después” depende de las conclusiones que saquemos del “ahora”, en el que como humanidad estamos siendo puestos en jaque por un micro organismo maligno.
Y en el “ahora” estamos experimentando muchas cosas, por ejemplo: que dependemos unos de otros mas de lo que pensábamos, y que al caer muchas de las cosas por las que nos afanábamos y con las que vivíamos distraídos, nos damos cuenta de que hay pocas cosas esenciales. En primer lugar, la vida que es sagrada y no tiene precio. Constatamos, además, que realidades fundamentales, como el amor y el cuidado, no dependen del dinero sino e nuestra atención y dedicación.
En la tradición bíblica tenemos un relato de origen conocido: el diluvio universal. El autor bíblico explica una desgracia natural como un “castigo divino” a consecuencia de las malas acciones de la humanidad. Es una interpretación. Ahora bien, pasada mucha agua debajo del puente de la historia, vamos aprendiendo que las desgracias que solíamos atribuirle a Dios no son mas que consecuencias de nuestras acciones u omisiones. En el caso de esta pandemia lo vemos claramente. La causa de nuestro sufrimiento está vinculada a acciones humanas, y la pandemia deja a la luz las injusticias e inequidades que nosotros hemos edificado. Muchos quedan expuestos al contagio y a la muerte porque hemos construido sociedades a costa de la sangre y el sudor de muchos para el disfrute de una minoría.
“Estamos todos en la misma barca”, nos recordó Francisco. Y es verdad. El problema es que mientras unos viajan en primera otros van amontonados en la bodega. Unos pudiendo disfrutar de las bondades del restaurante de cubierta, y otros anónimos y valientes a la fuerza, trabajando para que todos estemos a salvo, dentro de lo posible, y arriesgando sus vidas en el intento. Si hoy valoramos y aplaudimos a los que trabajan para que la nave no naufrague, sería ya un aprendizaje que no los lancemos por la borda cuando el peligro haya pasado.
Se dice que después de la pandemia hasta la democracia ya no será igual. Ojalá. La revolución francesa proclamó la libertad, la igualdad y la fraternidad; durante los siglos posteriores, los defensores de la libertad y los de la igualdad han tenido numerosas reyertas. Libertad e igualdad han tenido movimientos que las enarbolan, mientras que la hija pobre y postergada ha sido la fraternidad. Justo la que hoy puede salvarnos. Tal vez, un aprendizaje que nos va ofreciendo el “ahora”, es que no hay igualdad ni libertad si no vivimos mas fraternamente: haciendo mas lugar en la mesa, superando grietas, trabajando juntos los de distintos espacios políticos, de diversas religiones, de diferentes culturas e ideologías, para que los mas vulnerables no sean lanzados por estriborcomo lastre y puedan vivir mejor en la misma barca.
“Ahora” estamos pasando momentos oscuros, en los que sin embargo vemos con claridad cosas fundamentales. ¿Alcanzará para que el día “después” no perdamos la memoria?
El segundo volumen de aurora nos ayuda a la reflexión sobre el “ahora” y sus causas, e intenta ofrecer algunas intuiciones respecto del “después”. Es un servicio indispensable: en medio de la acción ser capaces de reflexionar, porque para que haya un después verdaderamente más fraterno, hay que comenzar a idearlo ahora.
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