Vigilia Pascual: resucita el Señor

Durante la espera rememoramos los pasajes bíblicos que relatan el episodio en que un grupo de mujeres llega al sepulcro para terminar de preparar a Jesús, pero su cuerpo no estaba. Luego aparece un ángel, quien les revela que el Nazareno había resucitado.
Esta celebración es parte del Triduo Pascual, y Sábado Santo es el segundo día del año en que no se celebra la Santa Misa, para hacer presente que Jesucristo murió. Día de duelo, reflexión y oración, y que termina con el gozo de saber que Cristo ha resucitado.
La celebración de la liturgia pascual se compone de cuatro partes:

1. Lucernario: Es la introducción al rito, donde el fuego representa la luz de Jesús que queremos se prenda en nosotros y nos guíe. Es una invocación para que el Espíritu nos purifique, para vivir al estilo de Cristo.
2. Liturgia de la Palabra: Se comparten lecturas del Antiguo y del Nuevo Testamento. En las primeras se pueden ver las maravillas que hizo Dios con su pueblo. En tanto, en las del Nuevo Testamento leemos y reflexionamos sobe el bautismo, y la apertura que este significa a la Vida Eterna.
3. Liturgia bautismal: Se renuevan las promesas bautismales y se realiza la aspersión con agua bautismal. En esta noche podemos pedirle al Señor una renovación personal, que quede atrás lo que nos aleja de Él y dar paso a un nuevo pacto.
4. Liturgia eucarística: Nos prepara para la Pascua. Revisamos con gozo la muerte y resurrección del Señor. Lo importante es que ese gozo no sea sólo una expresión externa, que sea interior, y fruto de la Resurrección de Cristo, que en definitiva es también nuestra propia resurrección.
Para evitar el contagio por aglomeraciones, la vigilia se celebrará sólo en la Catedral e iglesias parroquiales, sin presencia de fieles. Los sacerdotes rezarán por ellos. Se omite la liturgia del fuego, comenzando con el encendido del cirio, sin procesión, para seguir con el Pregón Pascual. Sólo se renovarán las promesas bautismales, ya que no habrá bendición de la fuente ni aspersión de agua.
Domingo de Resurrección
Es la celebración más importante de la vida cristiana, ya que con la Resurrección del Señor cobra sentido toda nuestra fe. Con esta, se finaliza la Semana Santa.
Cuando celebramos la Resurrección de Cristo, estamos celebrando también nuestra propia liberación. Celebramos la derrota del pecado y de la muerte. Es el aniversario del triunfo de Cristo. Es la feliz conclusión del drama de la Pasión y la alegría inmensa que sigue al dolor.
¿Cómo se celebra el Domingo de Resurrección?
Se celebra con una Misa solemne en la cual se enciende el cirio pascual, que simboliza a Cristo resucitado. En la Misa dominical se enciende el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo Resucitado y que permanecerá prendido hasta el día de la Ascensión, cuando se conmemora la subida de Jesús al cielo.
La costumbre más extendida alrededor del mundo, para celebrar la Pascua, es la de regalar huevos de dulce o chocolate a los niños y a los amigos. A veces, ambas tradiciones se combinan y así, el buscar los huevitos escondidos simboliza la búsqueda de todo cristiano de Cristo resucitado.
La invitación este año es a seguir alguna misa de resurrección a distancia, en la plataforma que cada uno prefiera, con la convicción de que Jesús resucita en cada uno de nuestros corazones.
 

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