“Caminar junto a los excluidos de nuestra sociedad en una misión de reconciliación y justicia”, fue el corolario que dejó el pasado miércoles 4 de agosto la Jornada Anual de Obras Sociales, un espacio de encuentro de directivos y capellanes que lideran las distintas obras sociales vinculadas a la Compañía de Jesús en Chile.
Esta instancia realizada en la Casa de Ejercicios Loyola en la comuna de Padre Hurtado toma en consideración la diversidad de las iniciativas jesuitas en el país y se encarga de tratar temas como el de la población beneficiaria, los modelos de intervención y territorios, y las vinculaciones con la Compañía, así como también reconocer un sello común por un origen inspiracional, una historia compartida y un ethos organizacional que compartimos.
El Delegado del Área Social de la Provincia, Benjamin Donoso sj, fue el encargado de coordinar el grupo de trabajo y desde ese papel nos cuenta como fue compartir dos días de planificación: “Fue un rico intercambio comunitario, tejer las relaciones interpersonales y saber que tenemos una calidad humana muy importante. Estuvimos reunidos 11 instituciones con una variedad notable de temáticas que se abordan, de modelos de intervención y programas, distintas organizaciones y fundaciones en tamaño y nivel de impacto; en esa diversidad nos damos cuenta que compartimos un sello ignaciano y hurtadiano que es lo que nos mueve a querer servir con un ethos común de servicio a los más pobres, de llegar donde los otros no llegan y de buscar un impacto grande en la sociedad a partir de lo que hacemos en cada organización”.
La convocatoria tuvo dos a tres representantes de organizaciones jesuitas o de sello hurtadiano que hacen parte de la red: su director/a ejecutivo/a, capellán y un invitado del nivel de dirección (director social, de área, regional u otro). Entre las organizaciones que acudieron a la cita estuvieron: Infocap, SJM Chile, Techo Chile, Techo Internacional, Fundación Licán, Centro Vives de la Universidad Alberto Hurtado, Hogar de Cristo, Súmate, Emplea, Fondo Esperanza y Centro Esperanza Nuestra.
Los cuatro bloques de trabajo sirvieron a los participantes para darse cuenta que existe un potencial de trabajo en común: “conociéndonos y colaborando en distintos niveles como: comunicaciones, proyectos y programas de incidencia podemos complementaron para poder servir mejor a las necesidades más urgentes , donde están los grandes dolores de la sociedad, que hoy es diversa y a cambiado mucho culturalmente, lo que representa una oportunidad muy grande también”, comenta el encargado de aunar todo lo conversado en el encuentro.
Esta jornada buscó renovar la identidad común y pertenencia a esta red, además de estrechar lazos, fortalecer confianzas y seguir buscando modos de colaborar juntos en bien de la misión que nuestras instituciones llevan adelante.
“Uno de los temas fue el reconocimiento de las crisis por la que estamos pasando como sociedad. Las crisis sociales, políticas, las que están presentes en nuestro mundos laborales y las crisis personales, que nos ven impactados en diversos niveles. Nos damos cuenta que podemos vivir abrumados y contagiarnos de desesperanzas, lo que es un riesgo de quedarnos rumiando la desolación. En este caso también podemos tener una actitud de volver a intentar, de mirar al otro, de abrazarnos, tomarnos de las manos y trabajar juntos por el servicio de quienes más padecen estas crisis que enfrentamos en el mundo. Trabajamos en modelos colaborativos, no competitivos: que es una realidad mental, de conocimiento, de actitud, a ser más colaborativos, esto potencia la creación de liderazgo, la creatividad y hace efectiva la inclusión”, cierra Benjamin Donoso sj.