[et_pb_section bb_built=”1″ _builder_version=”3.15″ inner_shadow=”on” max_width=”85%” custom_padding=”0|0px|40.4063px|0px|false|false” top_divider_height=”12px” next_background_color=”#000000″][et_pb_row _builder_version=”3.0.48″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” custom_padding=”0|0px|20.2031px|0px|false|false”][et_pb_column type=”4_4″][et_pb_text _builder_version=”3.15″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” text_letter_spacing=”1px” text_line_height=”1.8em” header_font_size=”28px” header_letter_spacing=”9px” header_line_height=”1.1em”]
A pesar de estos esfuerzos emprendidos, el Papa Francisco señaló que, “después de cuatro años, debemos admitir que esta conciencia sigue siendo bastante débil, incapaz de responder adecuadamente a ese fuerte sentido de urgencia de acción rápida que exigen los datos científicos de que disponemos, como los descritos en los recientes informes especiales del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)”. Estos estudios, precisó el Pontífice, muestran que los compromisos actuales de los Estados para mitigar el cambio climático y adaptarse a él distan mucho de ser los que realmente se necesitan para alcanzar los objetivos establecidos en el Acuerdo de París.
Creciente necesidad de transformar nuestro modelo de desarrollo
En la actualidad, afirma el Santo Padre, existe un creciente acuerdo sobre la necesidad de promover procesos de transición, así como una transformación de nuestro modelo de desarrollo, para fomentar la solidaridad y reforzar los fuertes vínculos entre la lucha contra el cambio climático y la pobreza. Así lo demuestran también las numerosas iniciativas que se han puesto en práctica o están en marcha, no sólo por parte de los gobiernos, sino también de las comunidades locales, el sector privado, la sociedad civil y las personas. Sin embargo, sigue siendo motivo de gran preocupación la capacidad de esos procesos para respetar el calendario exigido por la ciencia, así como la distribución de los costos que requieren.
Es por ello, señala el Papa Francisco que, debemos preguntarnos seriamente si existe la voluntad política de destinar con honestidad, responsabilidad y coraje, más recursos humanos, financieros y tecnológicos para mitigar los efectos negativos del cambio climático, así como para ayudar a las poblaciones más pobres y vulnerables que son las más afectadas. Los numerosos estudios, puntualiza el Pontífice, nos dicen que todavía es posible limitar el calentamiento global. Para ello necesitamos una voluntad política clara, previsora y fuerte, decidida a seguir un nuevo rumbo que apunte a reorientar las inversiones financieras y económicas hacia aquellas áreas que realmente salvaguarden las condiciones de una vida digna de la humanidad en un planeta “sano” para hoy y para mañana.
Todo esto, concluye el Santo Padre, nos invita a reflexionar concienzudamente sobre la importancia de nuestros modelos de consumo y producción y sobre los procesos de educación y sensibilización para hacerlos coherentes con la dignidad humana. En este sentido, el Papa invita a los participantes en la COP25 a tener presente que, nos enfrentamos a un “desafío de civilización” en favor del bien común y a un cambio de perspectiva que sitúa esta misma dignidad en el centro de nuestra acción, que se expresa claramente en el “rostro humano” de las emergencias climáticas. Por ello, debemos aprovechar esta ocasión mediante acciones responsables en los ámbitos económico, tecnológico, social y educativo, sabiendo muy bien que nuestras acciones son interdependientes.
Finalmente, antes de concluir son su Mensaje, el Papa Francisco dirige su pensamiento a los jóvenes de hoy, quienes muestran una gran sensibilidad a los complejos problemas que surgen de esta “emergencia”. “No debemos cargar a las próximas generaciones con los problemas causados por los anteriores. Debemos darles, en cambio, la oportunidad de recordar a nuestra generación como aquella que renovó y actuó – con conciencia honesta, responsable y valiente – la necesidad fundamental de colaborar para preservar y cultivar nuestra casa común”.
Fuente: Vatican News
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section][et_pb_section bb_built=”1″ _builder_version=”3.15″ prev_background_color=”#000000″][et_pb_row _builder_version=”3.15″][et_pb_column type=”4_4″][et_pb_button button_text=”Mensaje del Santo Padre a los participantes en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Madrid (2-13 de diciembre de 2019), 04.12.2019″ _builder_version=”3.15″ button_url=”https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2019/12/04/camn.html”]
[/et_pb_button][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]