Hacen su Profesión Solemne para ser incorporados definitivamente a la Compañía de Jesús.
El sábado 3 de mayo, los PP. Juan Cristóbal García-Huidobro SJ y Mario Inzulza SJ pronunciaron sus Últimos Votos en la Compañía de Jesús, en una emotiva eucaristía presidida por provincial P. Gabriel Roblero SJ en el Templo San Ignacio.
En el inicio de esta nueva etapa dentro de la Compañía de Jesús, fueron acompañados por familiares, amigos, y compañeros jesuitas.
En su homilía el Provincial, P. Gabriel Roblero SJ explicó que “celebramos que después de tantas experiencias, años de estudio, de trabajos y misiones, hoy son incorporados definitivamente en el cuerpo de la Compañía.Estos votos significan un compromiso que es público y definitivo en el seguimiento radical que desean hacer de Jesús. Y es una decisión que brota del amor al Señor que se expresa en una disponibilidad total para la misión a la que el mismo Jesús los llama, los invita como jesuitas, al servicio de la Iglesia y del mundo”.
“En este tiempo pascual, los últimos votos adquieren un significado que es luz, es luminoso, nos recuerda que es el mismo Cristo es el fuego en nuestros corazones, es quien nos sostiene en la misión y quien nos guía en cada paso de este camino”, enfatizó el P. Gabriel Roblero
Encomendemos a Dios la vocación y misión de Juan Cristóbal y Mario en la Compañía de Jesús y que los siga acompañando en su camino.
Los Últimos Votos
Los votos se entienden como parte del proceso de incorporación a la Compañía. Los primeros votos los pide el jesuita como parte de su voluntad de formarse como tal. Se llaman “votos del bienio”, aludiendo a los dos años de noviciado, pues se realizan una vez finalizado éste, y son, desde ya, perpetuos. Sin embargo, cuando un jesuita termina toda su formación, pronuncia sus votos definitivos de pobreza, obediencia y castidad, esta vez siendo recibido por la misma Compañía, ya como un jesuita formado.
En la Compañía de Jesús, es característico que en la profesión de los últimos votos se añada un cuarto voto de obediencia al Papa, el cual se conoce como “voto de especial obediencia al Romano Pontífice acerca de las misiones”. Éste es considerado como una nota característica de la vocación jesuita de hacerse disponibles para ir a lugares y situaciones donde Iglesia lo necesite.