Mensaje del Papa para la Cuaresma: “Caminemos juntos en la esperanza”

El Santo Padre reflexiona en su mensaje para la Cuaresma del Año jubilar sobre el “caminar juntos”, planteando tres llamados a la conversión: como peregrinos, en la sinodalidad, y la esperanza.
 
“Con el signo penitencial de las cenizas en la cabeza, iniciamos la peregrinación anual de la santa Cuaresma, en la fe y en la esperanza”, expresa el Papa Francisco en su mensaje para el tiempo litúrgico de la Cuaresma 2025 que publica este 25 de febrero la Oficina de Prensa de la Santa Sede: “Caminemos juntos en la esperanza”.

Para la Cuaresma, que este año comprende del 5 de marzo al 17 abril, “enriquecida por la gracia del Año jubilar”, el Papa Francisco reflexiona sobre el significado de “caminar juntos en la esperanza y descubrir las llamadas a la conversión que la misericordia de Dios nos dirige a todos, de manera personal y comunitaria”.

LEA AQUÍ EL TEXTO COMPLETO DEL MENSAJE PARA LA CUARESMA 2025

Inmigrantes y peregrinos

Sobre la acción de “caminar”, señala Francisco que “el lema del Jubileo, ‘Peregrinos de esperanza’, evoca el largo viaje del pueblo de Israel hacia la tierra prometida, narrado en el libro del Éxodo; el difícil camino desde la esclavitud a la libertad, querido y guiado por el Señor, que ama a su pueblo y siempre le permanece fiel”.

De lo que surge una “llamada a la conversión, porque todos somos peregrinos en la vida”. Y plantea las preguntas: ¿cómo me dejo interpelar por esta condición? ¿Estoy realmente en camino o un poco paralizado, estático, con miedo y falta de esperanza; o satisfecho en mi zona de confort? ¿Busco caminos de liberación de las situaciones de pecado y falta de dignidad?

La conversión a la sinodalidad

Y en segundo lugar reflexiona sobre “la vocación de la Iglesia es caminar juntos, ser sinodales”, afirmando que “el Espíritu Santo nos impulsa a salir de nosotros mismos para ir hacia Dios y hacia los hermanos, y nunca a encerrarnos en nosotros mismos”.

Y plantea una segunda llamada, “la conversión a la sinodalidad” haciendo examen de conciencia sobre la capacidad “de caminar con los demás, de escuchar, de vencer la tentación de encerrarnos en nuestra autorreferencialidad, ocupándonos solamente de nuestras necesidades”.

La conversión en la esperanza

Por último, insiste en su invitación a vivir “este camino juntos en la esperanza de una promesa. La esperanza que no defrauda (cf. Rm 5,5), mensaje central del Jubileo, sea para nosotros el horizonte del camino cuaresmal hacia la victoria pascual”, dice.

Y con ello una “tercera llamada a la conversión: la de la esperanza, la de la confianza en Dios y en su gran promesa, la vida eterna. Debemos preguntarnos: ¿poseo la convicción de que Dios perdona mis pecados, o me comporto como si pudiera salvarme solo?”

Finaliza el Papa Francisco recordando que “gracias al amor de Dios en Jesucristo estamos protegidos por la esperanza que no defrauda (cf. Rm 5,5). La esperanza es “el ancla del alma”, segura y firme. En ella la Iglesia suplica para que «todos se salven» (1 Tm 2,4)”

Fuente: Vatican News

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