En el seno de la Compañía de Jesús, el Día de Todos los Santos es una celebración extraordinaria que no solo honra a los santos universalmente reconocidos, sino que también nos invita a reflexionar sobre la rica constelación de figuras veneradas por nuestra Iglesia universal. Más allá de las imágenes tradicionales y las historias piadosas, la jornada del próximo miércoles nos sumerge en las vidas de aquellos que, a lo largo de los siglos, han encarnado los ideales de amor, servicio y entrega propios de la espiritualidad católica. En esta exploración, descubrimos que la santidad, para la Compañía de Jesús, no es una reliquia del pasado, sino un faro que ilumina nuestro presente y guía nuestro futuro.
Te dejamos unos consejos para vivir esta jornada…
Tres Consejos para la Celebración:
Fidelidad al Evangelio: En la preparación, busquemos la guía del Evangelio para ser fieles en nuestro caminar diario y conocer a los que nos han dado un ejemplo de santidad.
Custodiar el Corazón: Que la celebración sea una oportunidad para cuidar nuestro corazón, llenándolo de amor y gratitud, tratando de compartir este proceso con la familia.
Comunión y Alegría: Con la esperanza de compartir la alegría de los santos en la comunión con el Señor y con aquellos que hemos amado, y ya no nos acompañan.
Fiesta de Todos los Santos: Un Vistazo a los Jesuitas
📆 El primero de noviembre, la Compañía de Jesús y la toda la Iglesia Católica celebramos la fiesta de todos los santos, seguida del 2 de noviembre con la conmemoración de los difuntos. Hoy, entre los jesuitas, contamos con 53 santos y 152 beatos, marcando una rica tradición de fe y servicio. 🙏
Santos que Inspiraron Épocas Actuales: Estos santos no son figuras distantes; sus elecciones y sacrificios en situaciones contemporáneas nos ofrecen modelos para amar más y mejor. 🌏
Honremos su Legado: A través de sus vidas, marcadas por la valentía y el compromiso, encontramos luz para nuestro propio camino de fe. Sigamos admirando y aprendiendo de su ejemplo. ✨
Santos Chilenos y el Padre Hurtado: Como resumen alentador, recordemos también a los santos chilenos, como el querido Padre Hurtado, quien con su entrega incansable nos enseña a vivir el amor al prójimo. 🇨🇱 Así como Juana Fernández Solar (más conocida como Teresa de Los Andes) que, también nos brinda un ejemplo de vivir.
¡Que este día nos inspire a amar con el mismo fervor y servicio que caracteriza a los santos jesuitas! 🌟
Los santos son personas que han entendido bien que significa eso de “el Reino”. A los mártires se les reconoce pronto, porque, ya desde el comienzo de la Iglesia, eran quienes más se asemejaban a Cristo en su entrega. Si la Compañía cuenta con un número considerable es porque ha estado presente en lugares donde la muerte no sería improbable, y ha querido permanecer en estos sitios a pesar de todos los riesgos. La ayuda a la gente, su evangelización y el testimonio de Cristo han pesado más que el miedo. Y hoy día seguimos rastreando sus pasos y rezandoles en conflictos como en la Guerra de Ucrania-Rusia, o con los ataques en la Franja de Gaza y otros conflictos no muy lejanos en el tiempo en Ruanda, Siria y Centroamérica. Una vez mostrado que mueren por la fe, son beatificados y comienza su culto público, por eso cuando rezamos para el cese de estas hostilidades lo hacemos pensando en ellos.
Por supuesto, antes de este culto público la gente se ha ido acercando a ellos con devoción, arrastrada por su ejemplo. Lo mismo ocurre con aquellos que mueren –como se decía tradicionalmente- “en olor de santidad”; es decir, con una vida tan rica en actitudes y conductas cristianas que sobresalía nada más verlos. Esto mismo quiere decir lo de las “virtudes heroicas” que se busca en futuros santos y beatos: que, en las diversas facetas de su comportamiento, su fe, esperanza, caridad, paciencia, justicia, fortaleza, templanza… eran evidentes y arraigaban fuertemente a esta persona en un amor que se desbordaba hacia Dios y los demás.
En estos casos donde no se ha llegado a la muerte violenta la Iglesia pide que, de algún modo, se muestre “la mano de Dios” –como dice expresivamente el papa Francisco- que señala y ratifica a tal o cual persona como intercesora suya con los hombres. Y esto es el milagro que pide para la beatificación, y un segundo para la canonización. Con ello, el nuevo beato o santo resultan ser un puente adecuado para el seguimiento de Cristo. Y, como cada uno somos distintos, la Iglesia propone modelos diferentes cuyo conocimiento e inspiración nos allana el camino para amar más y mejor.
Esto es lo que celebran los jesuitas este día. Por eso, acercarse a los detalles de su vida, a las encrucijadas que se encontraron, a las decisiones que tomaron, e incluso a sus propias fragilidades, es una gran ayuda para mirarse a sí mismo y hacia fuera y caminar mejor. Estos santos no hablan con su vida de épocas remotas, sino de situaciones actuales cercanas a nosotros en las que eligieron permanecer y tomar partido.