Pausa Ignaciana: “Coronavirus: ¿castigo divino?”

Por Juan Pablo Espinosa Arce * Al comienzo Queridos lectores quiero poder compartir con ustedes algunas perspectivas en torno a si la irrupción del COVID-19 es acaso un castigo divino. Para tratar de responder a esta respuesta que ya la adelanto diciendo que el coronavirus NO ES UN CASTIGO DIVINO, SINO QUE ES UN MOVIMIENTO […]

Pausa Ignaciana: “Cada uno de nosotros”

Por Diego García M. (Profesor de Filosofía UAH) A veces tendemos a pensar que la educación moral consiste sólo en saber qué es lo que corresponde hacer, distinguiendo lo que está bien de lo que está mal, lo correcto de lo incorrecto, lo justo de lo injusto, lo virtuoso de lo vicioso. Sin embargo, en […]

Pausa Ignaciana: “Salones y sótanos”

Por Juan Pablo Espinosa Arce (*) Tuve la oportunidad de leer durante el verano un breve libro del pensador judío Gershom Scholem (1897-1982). Scholem nació en Berlín y fue profesor de mística judía (La Cábala) en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Es considerado uno de los principales conocedores de la mística del pueblo de Israel, […]

Discernimiento en medio de la aparente imposibilidad

En esta edición de la Pausa Ignaciana Juan Pablo Espinosa nos hace una invitación a una propuesta reflexiva y de acción para realizar en el plano personal y con nuestras comunidades, con el Adviento y su importancia como protagonistas.

Pausa Ignaciana: ¿En qué país vivimos?

A través de tres pasajes del nuevo testamento el profesor Samuel Yañez nos hace reflexionar sobre las posibilidades que tenemos como sociedad ante el estallido social y los días que vinieron tras el 18 de octubre de 2019.

Pausa Ignaciana: “Derribó a los poderosos de su trono y ensalzó a los humildes”

Esta semana la Hermana María José Encina nos plantea en esta columna que la fe nos impulsa a correr la misma suerte que los perseguidos, que los pobres. ¡La bienaventuranza para ellos es en presente! Necesitamos cuestionarnos y preguntarnos… ver si tenemos realmente oídos y ojos…y, por sobre todo, un corazón, abierto y atento al clamor de Dios, que es el grito desamparado de tantos pobres de esta tierra.